Hermes Trismegisto, el Tres Veces Grande, el gran sabio sacerdote egipcio, conocido como el padre de la Sabiduría Divina Espiritual de quien la filosofía Hermética y nuestras sagradas enseñanzas se originan, declaró hace más de 2,000 años que las imágenes que se guardan en la mente afectan al universo físico. Todas las experiencias y realidades comienzan con una imagen en la mente. La visualización es la causa que provoca un efecto particular. La alquimia, que desciende de la filosofía hermética, incorporó esta percepción a un proceso espiritual que se llama Transmutación.

Los antiguos egipcios consideraban a Hermes como la personificación de la Mente Universal. Él fue un filósofo supremo con un vasto conocimiento, un gran sacerdote que llevaba una vida santa y practicaba el trabajo Divino, y era administrador supremo de las leyes dignas de la dignidad real. Todas las enseñanzas básicas y fundamentales que están integradas en las enseñanzas esotéricas de cada raza, pueden ser rastreadas a este Maestro de todas las artes, ciencias y oficios, este Gobernante de los Tres Mundos, Escriba de los Dioses, y Guardián de los libros de la Vida.

Sin el uso continuo de la visualización creativa, nosotros y nuestro mundo, desapareceremos. El palabra es el lenguaje del plano físico. Naam, los símbolos y la visualización es el lenguaje de los Cielos. El propósito de la Oración y de Naam es hacer que una visualización interna se lleve a cabo para que la sintonía se establezca con nuestro ser interior. Visualizar es “ver hacia adentro”. Los antiguos alquimistas aprendieron a crear y a controlar las imágenes mentales para así experimentar el efecto que producían dichas imágenes. El experimentar los efectos transformaba al ser y al mundo alrededor del ser. Muchos de nosotros nos aislamos de la fértil y renovadora fuente que es nuestra intuición. Nos aislamos de nuestro ser interior y quedamos atrapados en un viejo círculo de pensamientos e ideas. Debemos trabajar con Naam en servicio de la Visualización para controlar nuestros pensamientos y dominar nuestras mentes. El uso aventurado de la visualización permitirá a nuestro mundo el volver a la vida lo que nos conducirá al éxito y a la satisfacción.

La visualización está definida como la creación de una imagen mental dinámica. Estamos proyectando una imagen clara y muy detallada en el ojo de nuestra mente, para que así tenga oportunidad de manifestarse. Esta imagen debe ser tan clara y con todo el detalle que puedas añadir. Una imagen que sea clara, exacta y detallada mantenida en el ojo de la mente por un minuto o dos, tiene una poderosa tendencia para proyectarse a si misma en la manifestación física. Con visualización, la realidad que creamos en nuestra mente se vuelve infundida vibrantemente con nuestra fuerza de vida que transmutaremos una realidad para la manifestación correspondiente en nuestra vida física. La imagen mental se sincroniza con las circunstancias y la gente necesaria para la manifestación. Nos volvemos intuitivamente conscientes de esta sincronía y nos lleva a los elementos que nos ayudan a lograr nuestra meta.

El proceso de la visualización comienza como la mente objetiva exterior determina el objetivo de la visualización. En otras palabras, debes primero formular una idea definitiva que sea manejable de lo que quieras visualizar y que se manifieste. Necesitamos simplificar nuestra visualización lo más que se pueda. Después, debemos preguntarnos a nosotros mismos que tanto vale la pena nuestro objetivo. Un objetivo es considerado digno si trae felicidad no sólo a nosotros mismos, sino también a los demás. Una vez que nuestro ser interior ha confirmado que nuestro objetivo está alineado con las leyes cósmicas, debemos volvernos tranquilos y receptivos. Esto es muy importante, ya que mientras nos volvemos más relajados y más conscientes de nuestra imagen interior que de nuestra tensión física, por lo que seremos capaces de usar poderosamente nuestro poder creativo. Ya que nos hemos relajado, podemos comenzar a construir nuestra imagen mental interna. Ve tu imagen mental interna como algo que ya es, o que ya ha pasado. Gradualmente añade detalles de los cinco sentidos: sonido, olor, color, etc- hasta que la imagen se vuelva vívida y clara. La persistencia es necesaria. Tendremos que mantener la atención el tiempo suficiente y con bastante claridad, que funciona en nuestro subconsciente. Finalmente, inhala y di con absoluta convicción: “Al Cosmos, libero a esta imagen. Está hecho”. Entonces descarta todo de tu mente.

El continuar pensando en aquello que hemos visualizado es como intentar enviar una carta a la que nos hemos aferrado. Para recibir respuesta, necesitamos enviar la carta. Al dejar ir nuestra visualización después de que hemos hecho nuestro trabajo, nos permite mandar de forma efectiva la carta al Universo. En otras palabras, debemos olvidarnos de la operación entera y movernos hacia otra cosas, para que podamos darle oportunidad a nuestro subconsciente para que se ponga a trabajar en ello. Tan pronto como liberamos nuestra imagen, la mente subconsciente acepta nuestra idea e inmediatamente comienza a usar todos los recursos disponibles para intentar manifestarlo. Usa cada parte de conocimiento que hemos recolectado a lo largo del tiempo, para lograr su propósito. Moviliza los diferentes poderes mentales que tenemos y los cuales casi no nunca usamos continuamente. Esto se nutre de la energía ilimitada de la mente colectiva de la humanidad entera. Además alinea a todas las leyes de la naturaleza mientras éstas operan tanto en nuestro interior como en nuestro exterior, para salirse con la suya. Muchas veces se tiene éxito en el propósito de inmediato. Otras veces necesita un poco de tiempo. Otra vez, la persistencia es la clave. A medida de que practicamos la visualización, afinaremos nuestro método personal para producir aquello que queremos.

No importando cual sea nuestro método personal de visualización, todas las manifestaciones terrestres requieren que trabajemos con el Sol y la Luna. El Sol represente el pensamiento que queremos que se manifieste. La Luna representa el sentimiento que le imprimimos. La Tierra representa el plano de manifestación. Esta es la Ley del Triángulo, que dice que todo lo que puede ser identificado ya sea conceptual o físicamente es el resultado de la unión de estas dos propiedades que aparentemente están separadas y que son claramente identificables. En otras palabras, de acuerdo con la mística Ley del Triángulo cada manifestación es el resultado de dos causas simultáneas. En el caso de la visualización, el primer vértice del triángulo es el pensamiento, el segundo es el sentimiento que le ponemos al pensamiento y el tercero es la manifestación del pensamiento. En la Ley del Triángulo, los dos primeros vértices deben combinarse activamente antes de que el tercero pueda lograrse.

Idealmente, la visualización se practica dos veces al día. Una vez en la mañana y otra vez en la noche antes de irse a dormir y en concierto con una practica de meditación Naam. Después de terminar tu meditación Naam, continua respirando profundamente por un minuto más o menos, antes de comenzar con tu visualización. Si, por ejemplo, estás visualizando una casa nueva, vete a ti mismo caminando por la casa, tocando cosas en ella y a lo mejor moviendo de lugar los muebles. Observa cuantos cuartos tiene y en donde están las ventanas, mira a través de uno de sus espejos y vete saludable y feliz ahí. En otro ejemplo, visualízate a ti mismo o a un amigo en una mejor posición, ya que han superado una situación difícil. Ve una vida libre de preocupación, ansiedad y problemas. Pero, a lo mejor el ejemplo más enriquecedor y uno que esta muy cercano a nuestros ideales más altos, incluiría la visualización de alguien recobrándose de una enfermedad y ser liberado del dolor y del sufrimiento.

Sin importar cuál sea tu visualización, siempre ten en mente lo siguiente: asegúrate que sabes de forma muy precisa cuales son las condiciones que quieres que se produzcan. Se muy consciente del impulso creativo que estás mandando hacia fuera. No te esfuerces para mantener su imagen mental enfocada. Mejor, amablemente reafírmala cada vez que desaparezca. Eventualmente el tiempo que te lleve a hacer lo anterior, cada vez será menos. Hasta donde te sea posible, no dejes que pensamientos extraños interfieran con aquello que estás visualizando. Realiza tu visualización con la mente en un marco positivo y alegre. El amor que todo lo hace posible, la fe y la esperanza que tengas, es lo que va a hacer que tu trabajo se logre. Aplica la Ley del Silencio. Guarda tu visualización para ti mismo. No le digas a nadie, lo que estás haciendo; ya que esto debilita sus efectos. Asegúrate de que tu trabajo está en armonía con la ley natural y cósmica. Para que tu visualización creativa sea un éxito, necesitas creer firmemente en su éxito, para que así puedas remover cualquier posibilidad de fallo. El tener una actitud mental positiva junto con la confianza crea una vibración que se inevitablemente resultará en tu éxito.

Recuerda que las afirmaciones y las técnicas de visualización simplemente son herramientas para dirigir el poder tus pensamientos en una determinada dirección y esto causa cambios que ocurren en la consciencia universal que te rodea. No te detengas si aparentemente esto no está funcionando; se persistente y tendrás resultados garantizados que irán de la mano con tus deseos. De todas formas, se consciente que el éxito podrá venir de forma diferente a lo que tú habías anticipado. Además, es importante que sepas que tu visualización se manifestará mucho más rápido si le das un empujón a tu subconsciente al perdonarte a ti mismo y a los demás por las fechorías del pasado. Cuando perdonas, liberas mucha energía de sanación que puede estar atrapada. Al hacerlo, esta energía queda a tu disposición para cuando más la necesites para manifestar o si necesitaras ayuda en alguna otra forma de sanación. Naam es un instrumento para ayudarnos a perdonarnos a nosotros mismos y a los demás. Al trabajar con Naam, estás usando el poder de Dios que puede transformar tu vida completa y radicalmente; ya que Naam sana la mente perturbada y calma a los corazones rotos. Naam te libera de los enredos del pasado y llena tu vida con nuevas oportunidades. Al trabajar con Naam eres inspirado y tu trabajo se vuelve verdaderamente creativo.

Aunadas a Naam, las afirmaciones son increíblemente poderosas y ayudadoras. Las afirmaciones pueden ser repetidas mentalmente y escritas. El significado de tus afirmaciones tiene como objetivo el imprimirse en la mente subconsciente para hacer sentido perfecto en tu consciencia objetiva. Esta idea es para crear una nueva serie de redes neuronales y activar el triángulo de la manifestación del cerebro, la mente y el corazón. La repetición y la practica regular es crucial en forzar su intento y propósito en nuestra mente subconsciente, como lo es la absoluta convicción. Repite tu afirmación 11 veces cada mañana y cada noche antes de dormir. Puedes además escribir tus afirmaciones al menos 11 veces. Las afirmaciones pueden usarse a lo largo del día cuando sientas que estás cayendo en la negatividad. Pon tus manos en Triángulo Dorado y mentalmente vibra (repite) tu afirmación. Siempre has tu afirmación corta y que vaya directamente al grano; esto ayudará a que tu mente esté concentrada enteramente en tu intención y tendrá mucho más impacto en tu mente subconsciente.

Mantén en mente que tu afirmación debe seguir a la Palabra Sagrada “Wah” o a “Har Har” y estar escrita en tiempo presente para que sea mucho más efectiva. Por ejemplo, tú quieres decir, “Wah Yo soy el Gran Espíritu”, “Wah Yo siempre he sido muy afortunado”, “Har Har Yo me estoy sintiendo mejor y mejor” y no “Har Har Yo me voy a sentir mejor”. Esto asegurará que la impresión recibida por la mente subconsciente va a suceder. También es importante el evitar usar elementos negativos en las palabras de tu afirmación. Por ejemplo, no vayas a decir: “Ya no estoy enfermo”, mejor decir: “Wah Cada día, en todas las formas, me estoy sintiendo mejor y mejor”.

“El Reino de Dios está adentro de ti. Busca primero el Reino de Dios y todo lo demás se te dará por añadidura.” En Naam es Dios quien trabaja y no tú, así es que tus limitaciones o debilidades particulares no son circunstanciales en el proceso. Cuando practicas Naam, te conviertes en un canal a través del cual la acción Divina se lleva a cabo y el resultado realmente será sólo el quitarte a ti mismo del camino. Naam es el poder primordial del ser y el derecho de nacimiento de todos los hombres y todas las mujeres. En efecto, es tu derecho y privilegio el hacer contacto con el poder de Naam para que así puedas liberar el poder de Dios que está escondido dentro de tu propia consciencia. Esta fuente de energía es tu luz interior que es ilimitada y muy potente. Todo lo que tú necesitas es tu determinación para hacer uso de ésta. Al crear tu causa, estás creando tu propia vida. Si no te gusta el efecto, cambia de causa. Sigue escalando hasta que tus sueños se vuelvan realidad. Nunca te desalientes por el fracaso y nunca te sientas satisfecho con el éxito. Siempre saca lo mejor de ti, para que puedas alcanzar al Sol y a la Luna. No dejes el que fracaso llegue a tu corazón. No dejes que el éxito llegue a tu cabeza. Y ten en mente que Dios trabaja mejor a través de un corazón abierto. Aquellos que practican la Sabiduría Divina Espiritual trabajan para Dios. Y cuando trabajas para Dios, Dios trabaja para ti.

El Hombre es lo él/ella piensa todo el día. Practica Naam Yoga y vuélvete brillante porque la primera impresión es la última impresión. El karma es la reacción de la acción. No reacciones impulsivamente. Actúa conscientemente. Si te sientes estancado, la mejor forma para liberarte es elevar tu frecuencia. Para ayudarte a manifestar tu deseo mucho más pronto, será de mucha ayuda y sanador, el adoptar una actitud deliberada interna de gratitud ante la vida. El estar agradecido por todo lo que te pasa; ya sea bueno, malo, placentero o no placentero. Cada experiencia que atraviesas ha sido diseñada específicamente para ti, para que aprendas las lecciones adecuadas. Siempre ten una actitud de serenidad y nunca guardes rencor a nadie por lo que hayan hecho. Siempre practica el perdón sin que te lo pidan.

Aquello que hagas o digas, deja que sea en parte en beneficio de los otros y no sólo para ti. Esto trabajará a tu favor tarde o temprano. Nadie está viviendo solo en una isla. Todos vivimos en una sociedad en donde nuestro bienestar está basado en la cooperación y en la interacción con otros. Con mucha alegría comparte algunas de las bendiciones que has recibido, sin expectativa alguna de recompensa y el Universo te mandará muchas más bendiciones. Permite que tu yo más profundo te muestre formas practicas de poner estos principios en practica en todo momento, por el resto de tus días.

Por encima de todo ten en cuenta que seguimos el camino Crístico, creyendo en la inmortalidad del alma y en su reintegración final. Cristo es la Causa Inteligente y Activa, el Gran Jefe y la Guía a quien el orden del universo se ha comprometido hasta el momento en que el hombre, ahora en un estado de separación se haya reconciliado con la Primera y Única fuente. Este orden universal fue encargado originalmente a la humanidad antes de la Caída; ahora estamos bajo la égida de Cristo hasta que podamos recuperar nuestro lugar en el Universo. Somos amigos del Cielo, somos una extensión de Dios aquí en la Tierra, escogidos por el Padre para seguir a su Hijo en la Luz del Espíritu Santo para que podamos recordar la verdad de las Sagradas Escrituras. Estamos buscando el conocimiento que está contenido en la Sabiduría Divina Espiritual que transporta el cuerpo y el alma para la gloria más elevada del Creador. Como Kabbalistas Universales que viven a través del Naam, creemos que Dios que ha creado el Cielo y la Tierra, y a quién le prometemos nuestra lealtad incondicional ya que nuestra fuerza, poder y gracia viene de Él y reconocemos a Cristo como la PALABRA hecha carne junto con las Sagradas Escrituras. Servimos y amamos a los demás con neutralidad, sin ninguna expectativa que el amor será regresado. Participamos activamente en compartir la Sabiduría Divina Espiritual para ayudar a aligerar las cargas de los demás y despertar el amor del Gran Arquitecto del Universo en sus corazones. Ya que Él es que nos da voluntad, fuerza y poder para enfrentar los retos del tiempo y el espacio con gracia. Usamos amor, fe, esperanza, perdón y caridad en nuestro trabajo sagrado. Nuestro camino es el camino de la Oración, el Pan para el alma. Oramos para aprender a rezar mejor, no sólo para nosotros, pero sobre todo para otros seres. Rezamos para que nos podamos volver un canal claro a través del cual la luz de Dios pueda entrar los corazones de los demás y así la oscuridad se derrita de una vez por todas. Oramos para que el Creador pueda honrar nuestras vidas con su Omnipresencia, Omnisciencia y su Omnipoder para que podamos trabajar para su gloria en este planeta que se llama Tierra.